Carecen de buenos modales nuestros concejales del Partido
Popular, el inexorable paso del tiempo y la “comodidad” han mancillado las
buenas costumbres de las cuales presumían en tiempos pretéritos.
Nos encontramos ante un grupo de fieles “Sofistas”, donde la soberbia, la retórica
y la dialéctica barata les confiere un aire de dudosa confianza.
Sinceramente me quedo con la doctrina de Platón, fiel
defensor de que, el político debe conducir su doctrina hacia la
justicia, la armonía y la cohesión social.
El pueblo demanda complicidad y colaboración, están de más las
promesas, ni “vivir de rentas” de actuaciones pretéritas. Se pide objetividad
sin demagogia, es necesario inmiscuirse
en problemas de primera magnitud y no quedarse en los superficiales y hacer
gala de meritocracia.
Gestos de humildad y cortesía serían una buena carta de
presentación para este Grupo de Políticos, los cuales parecen estar dominando el
mundo desde el Olimpo y recurren, para con el pueblo, con una imagen de
supremacía.
toda la razón
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