Aún suenan los últimos compases dramáticos por la clausura definitiva del RTVV, como si de una ópera del maestro Puccini se tratara , interpretada magistralmente por el Gobierno Valenciano y batuta en mano a D. Alberto Fabra.
De nada han servido
la búsqueda de alternativas a través de un ERE o planes de viabilidad, por
mayoría fulgurante , han condenado a RTVV a deambular por el purgatorio como
alma en pena sin posibilidad de retorno al reino de los vivos.
Ya en tiempos de Zaplana, se inició una campaña de
enchufismo donde familiares directos de diputados, alcaldes, y cargos políticos del PP, engrosaron la ya
excedida nómina de un ente en decadencia. Se continuó con esta inercia , inflando la plantilla hasta límites insospechados, donde trabajadores
con atributos ni aparecían, generando un lastre de 1800 empleados.
Y éstos que tanto se
vanagloriaban de tener en su haber una Televisión Pública, defensora a ultranza
de nuestra sociedad Valenciana, han sido quienes han empleado el garrote vil
para aniquilarla. RTVV , siempre fue aquel juguete que se presta a todos los niños pero nadie se preocupa por él.
Lógicamente, RTVV estaba sobredimensionada, pero la falta de
previsión y tal vez la dejadez manifiesta por el Gobierno Valenciano, dicen
mucho de la gestión empleada, lo que
denota una vez más la implicación en el cierre.
La sociedad valenciana no olvida la pérdida de este icono,
que mejor o peor acertado, era el medio de difusión autonómico, representando
siempre unos valores necesarios para nuestra sociedad valenciana, tan
fundamentales como , la “llengua valenciana”, así como promulgadora y fiel defensora de actos y
festejos de toda nuestra comunidad. Es una pena, me viene a la cabeza la
mayoría de gente que se identificaba con la serie L’Alquería Blanca, había
pasado a ser cotidianeidad de innumerables hogares.
Y como no, me entero
que en mi pueblo, Torrent, gobernado por el PP han votado a favor del cierre,
la bestia negra del PP planea por todos los consistorios y “hay de aquel que no
se someta”, parecen aves rapaces en busca de su próxima presa.
Sr. Fabra el pueblo no olvidará su drástica elección y su poco
capacidad de alternativa.
Siempre recordaremos el fatídico día 29 noviembre a las
12:19, como el día en que todos los valencianos perdimos algo de nuestra
identidad.
Réquiem in pacem.
Per secula seculorum.
F.Cubas.
Actúa Torrent.